viernes 29 de mayo de 2009

El Pentágono Planea la capacidad de intervenir en toda América Latina para la nueva base militar en Colombia

18 de Mayo de 2009, Oakland, California, EEUU: Estados Unidos está planeando establecer una nueva instalación militar en Colombia que brindará a EE.UU. más capacidad para intervenir a lo largo de casi toda América Latina. Dadas las relaciones tensas de Washington con Venezuela, Bolivia y Ecuador, así como la espantosa historia de derechos humanos de las fuerzas militares de Colombia, el Movimiento de Reconciliación (Fellowship of Reconcialtion - FOR) cree que este plan debería ser sometido a un debate vigoroso.

“Esta base alimentaría una política antinarcótica fracasada, apoyaría un ejército abusivo, y reforzaría la trágica historia de la intervención militar estadounidense en la región”, dijo John Lindsay-Poland, codirector del programa de FOR en América Latina. “Está equivocada y despilfarradora y el Congreso debería abandonarla”.

La nueva instalación en Palanquero, Colombia, no se limitaría a operaciones antinarcóticas, ni inclusive a operaciones en la región andina, según un documento de planeación (http://www.au.af.mil/awc/africom/documents/GlobalEnRouteStrategy.pdf) del Comando de Movilidad Aéreo (AMC). El Comando Sur de EEUU pretende establecer una base con “alcance en movilidad aérea en el continente sudamericano” además de una capacidad para operaciones antinarcóticas hasta el año 2025.

Con la ayuda del Comando de Transporte y del AMC, el Comando Sur identificó a Palanquero, donde “se puede cubrir casi la mitad del continente en un avión C-17 sin reabastecer de combustible”. Si hay combustible disponible en el destino, “un C-17 podría cubrir el continente entero, con excepción de la región de Tierra del Fuego”, escribieron los planificadores de AMC.

El presupuesto para el Pentágono del Presidente Obama (http://www.defenselink.mil/comptroller/defbudget/fy2010/fy2010_SSJ_Special_Topics.pdf), presentado el 7 de mayo de 2009, incluye 46 millones de dólares para el desarrollo de la base en Palanquero, y relata que el Departamento de Defensa busca un “una variedad de arreglos de acceso para operaciones de contingencia, logística y entrenamiento en Centro y Sudamérica”. Un vocero de la embajada estadounidense en Bogotá expresó a FOR que las negociaciones para esta base todavía no habían concluidas.

Además, el Comando Sur busca tener acceso a un lugar en Guyana Francesa que permitiría que aeronaves militares lleguen a lugares en África (http://www.au.af.mil/awc/africom/documents/GlobalEnRouteStrategy.pdf), a través de la Isla Ascensión, según el AMC. Aparentemente, el Comando Sur procuró utilizar las instalaciones en Recife, Brasil, para el mismo propósito, pero “la relación política con Brasil no es propicia para el acuerdo necesario”, escribió AMC.

El contrato para el “sitio de avanzada de operaciones” estadounidense en Manta, Ecuador, vence en Noviembre de 2009, y el año pasado Ecuador notificó a Washington que no renovaría el contrato. La instalación en Manta solamente fue autorizada para realizar operaciones antinarcóticas, pero según voceros militares el tráfico de estupefacientes en el Pacífico, donde patrullan las aeronaves de Manta, ha incrementado en los últimos años (http://articles.latimes.com/2007/oct/05/world/fg-ecuadrugs5). Las fuerzas estadounidenses en Manta también realizaron operaciones para capturar a ecuatorianos indocumentados en barcos dentro de la zona marítima ecuatoriana. No obstante, documentos públicos sobre operaciones estadounidenses realizadas desde Manta no indican el uso de aviones de carga C-17, así que su uso en Palanquero aparentemente representaría mayor capacidad militar estadounidense en la región.

Igualmente, esta “ampliación de actividades” en la propuesta para operaciones en todo el continente desde Colombia se evidencia en la solicitud de ayuda extranjera del Presidente Obama para Colombia (http://www.state.gov/f/releases/iab/fy2010/index.htm). Aunque la solicitud presupuestal de $508 millones de dólares tácitamente reconoce el fracaso de la política antinarcótica de Plan Colombia al recortar fondos para la fumigación de cultivos de coca, la Casa Blanca está solicitando un incremento en equipo y entrenamiento contrainsurgente para el ejército colombiano.

Líderes políticos y de los derechos humanos en Colombia y EEUU se han opuesto a la continuación de financiación del ejército colombiano (http://www.forcolombia.org/monthlyupdate/march2009#president), sobre todo después de la revelaciones de que el ejército presuntamente asesinó a más de 1,000 civiles alegando que eran guerrilleros dados de baja en combate, en aras de incrementar el número de bajas (http://www.globalpost.com/print/1280781). La base misma de Palanquero, que alberga una unidad de la fuerza aérea colombiana, fue vedada de recibir ayuda estadounidense durante cinco años debido a su papel en el ataque que mató a 17 civiles en 1998 (http://justiciaypazcolombia.com/Masacre-en-Santo-Domingo-Arauca), incluyendo a seis niños, como resultado de los efectos de las bombas de racimo estadounidenses. Estados Unidos reanudó la ayuda a esta unidad el año pasado.

Fuentes en el Ministerio de Defensa afirmaron que Colombia estaban tratando de conseguir aumentos en la ayuda militar estadounidense como parte de las negociaciones para la base (http://www.eltiempo.com/colombia/justicia/con-traslado-de-base-de-manta-eu-tiene-en-la-mira-varias-pistas-del-suroccidente-del-pais_4877714-1). Palanquero ofrece las fuerzas militares estadounidenses una estructura sofisticada –una pista de 3.500 metros de longitud, hangares con capacidad para más de 100 aeronaves, una ciudadela para más de 2.000 hombres, restaurantes, casinos, supermercados y un sistema de radar instalado por el mismo Estados Unidos en los años 90 (http://www.cambio.com.co/portadacambio/779/4234729-pag-2_3.html). (Este parrafo copia el lenguaje utilizado en los textos originales.)

La ley estadounidense limita a 800 el número de soldados estadounidenses que pueden operar en Colombia, y a 600 el número de contratistas. Hasta el año pasado, un número significante de ellos fueron personal de inteligencia vinculado al esfuerzo para rescatar a los tres contratistas militares estadounidenses en manos del grupo guerrillero las FARC. Con la liberación el año pasado de los tres contratistas, se ha ido de Colombia mucho personal de inteligencia estadounidense, dejando espacio para que soldados adelanten operaciones en las posibles nuevas bases estadounidenses.

“Que ahora el Gobierno de Colombia pida una base norteamericana sería un exabrupto histórico y un error grave,” aseveró el ex Ministro de Defensa y precandidato presidencial Rafael Pardo (http://www.cambio.com.co/portadacambio/779/4234729-pag-2_3.html).

FOR cree que reemplazar una base militar establecida para una guerra antinarcótica fracasada con otra base para intervenir en Sudamérica y apoyar el abusivo ejército de Colombia también sería un grave error para Estados Unidos.

Contacto: John Lindsay-Poland, Fellowship of Reconciliation, Movimiento de Reconciliación, johnlp@igc.org, 510-282-8983 (número de celular estadounidense)

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Las bases militares Extranjeras y a la presencia militar estadounidense en Colombia perpetua la desaparición sistemática de los derechos humanos y de la Independencia en Colombia
La Red Juvenil de Medellín, es una organización de jóvenes que promueve la no-violencia, la desobediencia civil, los derechos humanos y la objeción de conciencia, como formas de aportarle a la construcción de una sociedad desmilitarizada.Para nosotros los planes de guerra como las bases militares colombianas donde se encuentran militares extranjeros, especialmente estadounidenses son la muestra mas fehaciente de que en este país no existe soberanía, ni autonomía, ni independencia. Así que creemos que la instalación de una nueva base en Palanquero Colombia no es para acabar el conflicto, ni el narcotráfico sino para agudizar y seguir perpetuando las causas que lo crearon, para seguir imponiendo por parte del gobierno de turno el modelo neoliberal con aras de expandirlo a América Latina, entregando los recursos y nuestras propiedades a extranjeros con fines de lucro y explotación al menor costo.Según los informes del ministerio de Defensa de Colombia, en nuestro país no existen Bases Militares de EE.UU. Pero entonces que es la Hacienda Larandia y Tres Esquinas en Caquetá, en Meta, en Arauca, en el cerrejón en la Guajira, en Vichada y en Turbo, con su apoyo de interdicción y control del narcotráfico a la policía nacional, ¿son propiedades o contraprestaciones que Colombia a hecho a EE.UU por la ayuda del Plan Colombia, son lugares donde hay más militares de Estados Unidos que de Colombia?. Una solo base militar declarada como tal, con el permiso del gobierno de Uribe en cabeza de su ministro de Defensa Santos es el lobby político, es el pago y la mentira legal para que un conflicto armado generado por desigualdades sociales se entregue a otras manos.
Colombia está en la víspera de los 200 años de la Independencia, sin embargo la presencia militar estadounidense, la dependencia económica y la importación de alimentos para asegurar la alimentación de toda una nación nos confirman que una base más o un acuerdo comercial más como el TLC son la declaración del país como Colonia o Estado ad hoc de Estados Unidos en Suramérica.Las bases militares de los Estados Unidos son la estrategia militar creada para controlar un monopolio económico y en general opositor al imperialismo como el de América latina. No son para acabar con los cultivos ilícitos ni para atacar y acabar la insurgencia, son estrategias de guerra para utilizar personas, explotar y mantener los megaproyectos por parte de empresas privadas o trasnacionales. Son gastos que se hacen de nuestros impuestos para seguir reproduciendo el hambre en nombre de la Defensa y la Seguridad y de esa manera consolidar a Estados Unidos como el imperio regido por la economía de guerra.
Red Juvenil de Medellín

Foreign Military Bases and the US Military Presence in Colombia Perpetuate the Systematic Disappearance of Human Rights and Colombia’s Independence

The Medellín Youth Network is an organization of youth who promote nonviolence, civil disobedience, human rights and conscientious objection by means that contribute to the construction of a demilitarized society.

For us the plans for war, such as Colombian military bases where there are foreign – especially US – soldiers, are more reliable evidence that in this country there is neither sovereignty, nor autonomy, nor independence.

We believe the installation of the new base in Palanquero is not to end either the conflict or drug trafficking, but to aggravate and continue perpetuating the causes that created it, to continue imposing the neoliberal model by the government, with the aim of expanding it across Latin America, turning over our resources and property to foreigners for profit and exploitation at the lowest cost.

According to the Colombian Defense Ministry, there are no U.S. military bases in our country. But then what are the Larandia Hacienda and Tres Esquinas in the Department of Caquetá? The sites in Meta, in Arauca, in the Cerrejón [coal mine] in Guajira, in Vichada and in Turbo, with their support for interdiction and control of drug trafficking by the National Police: are they properties or payments that Colombia has made to the United States for Plan Colombia assistance? Are they places with more U.S. soldiers than Colombian soldiers? A single military base declared as such, with the Uribe government’s permission given by Defense Minister Santos in the lead, is the political lobby, is the payment and the legal lie so that the armed conflict generated by social inequality may be turned over to others.

Colombia is on the eve of 200 years of independence. Nevertheless, the U.S. military presence, economic dependence, food imports to ensure enough food for the whole nation confirm to us that another military base or trade agreement such at the FTA are a declaration of the country as a colony or ad hoc state of the United States in South America.

The U.S. military bases are a military strategy created to control an economic monopoly and general opposition to imperialism in Latin America. They are not to get rid of illicit crops nor to attack and end the insurgency – they are war strategies to use people, to exploit and maintain the large economic projects of private or transnational businesses. They are expenses made with our tax to continue reproducing hunger in the name of defense and security. In this way they consolidate the United States as the empire driven by the war economy.
Medellín Youth Network

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