Quito, 30 oct (PL)
El ministro ecuatoriano de Defensa, Javier Ponce, denunció hoy que la Central de Inteligencia estadounidense (CIA) conocía y colaboró con el ataque colombiano de marzo último contra una zona norte de este país.
"La CIA estaba en pleno conocimiento de lo que estaba ocurriendo en Angostura (zona fronteriza con Colombia)", y una fuente de la embajada estadounidense en Ecuador llamó a un oficial nacional y le informó de manera anticipada sobre esa acción militar, resaltó Ponce en rueda de prensa en el Ministerio de Defensa.
Acompañado del titular de Gobierno, Fernando Bustamante, y el asesor presidencial José Luis Cortazar, subrayó que esta comunicación refleja que Washington estaba al tanto de la operación y de las acciones subsecuentes.
Destacó que estas precisiones aparecen en un informe de la comisión cívico-militar que investigó la penetración de los servicios de espionajes extranjeros en las unidades de inteligencias de esta nación.
El ministro puntualizó que desde el 22 de febrero pasado llegó a la base militar norteamericana de Manta, en la provincia de Manabí, un avión HC-130 de inteligencia de ese país, que de manera extraña comenzó a realizar operaciones nocturnas sin presencia de un oficial ecuatoriano.
El ministro señaló que esa aeronave despegó desde Manta la noche el 29 de febrero último y regresó a ese punto a las 04:00 hora local (09:00 UTC) del 1 de marzo, lo cual hace suponer su colaboración con el ataque realizado por fuerzas colombianas contra un campamento provisional de la guerrilla de ese país en Angostura.
Esa incursión generó una crisis diplomática entre Ecuador y Colombia, que desencadenó dos días después el rompimiento de las relaciones entre ambos países.
Ponce reveló la actuación irregular del coronel Mario Pazmiño, ex jefe de inteligencia del Ejército nacional, en la destrucción de evidencias cruciales para determinar aspectos importantes del bombardeo colombiano el 1 de marzo último.
El análisis de los procedimientos aplicados por inteligencia militar y en menor medida policial en torno a la agresión de Bogotá refleja la discrecionalidad de los sistemas de inteligencia y la ausencia total de control político sobre los procesos de recolección y sistematización de la información, aseveró.
Explicó además que las unidades de inteligencia y las operativas de la Policía mantienen una dependencia económica informal con los Estados Unidos para el pago de informantes, capacitación, equipamiento y desplazamiento.
Este sometimiento reafirma la existencia de redes internas que responden a los intereses de Washington, enfatizó al admitir que militares vendieron información sobre actividades en la frontera norte a agentes norteamericanos.
Se trata de dinero de Estados Unidos "para la compra de información", que posiblemente era utilizada para la implementación del Plan Colombia, y por los servicios de inteligencia de Bogotá, concluyó.
acl/lgo
PL-255
http://www.prensa-latina.cu/article.asp?ID=%7BACD1E894-904F-4658-B877-9544F77ECAF4%7D)
"La CIA estaba en pleno conocimiento de lo que estaba ocurriendo en Angostura (zona fronteriza con Colombia)", y una fuente de la embajada estadounidense en Ecuador llamó a un oficial nacional y le informó de manera anticipada sobre esa acción militar, resaltó Ponce en rueda de prensa en el Ministerio de Defensa.
Acompañado del titular de Gobierno, Fernando Bustamante, y el asesor presidencial José Luis Cortazar, subrayó que esta comunicación refleja que Washington estaba al tanto de la operación y de las acciones subsecuentes.
Destacó que estas precisiones aparecen en un informe de la comisión cívico-militar que investigó la penetración de los servicios de espionajes extranjeros en las unidades de inteligencias de esta nación.
El ministro puntualizó que desde el 22 de febrero pasado llegó a la base militar norteamericana de Manta, en la provincia de Manabí, un avión HC-130 de inteligencia de ese país, que de manera extraña comenzó a realizar operaciones nocturnas sin presencia de un oficial ecuatoriano.
El ministro señaló que esa aeronave despegó desde Manta la noche el 29 de febrero último y regresó a ese punto a las 04:00 hora local (09:00 UTC) del 1 de marzo, lo cual hace suponer su colaboración con el ataque realizado por fuerzas colombianas contra un campamento provisional de la guerrilla de ese país en Angostura.
Esa incursión generó una crisis diplomática entre Ecuador y Colombia, que desencadenó dos días después el rompimiento de las relaciones entre ambos países.
Ponce reveló la actuación irregular del coronel Mario Pazmiño, ex jefe de inteligencia del Ejército nacional, en la destrucción de evidencias cruciales para determinar aspectos importantes del bombardeo colombiano el 1 de marzo último.
El análisis de los procedimientos aplicados por inteligencia militar y en menor medida policial en torno a la agresión de Bogotá refleja la discrecionalidad de los sistemas de inteligencia y la ausencia total de control político sobre los procesos de recolección y sistematización de la información, aseveró.
Explicó además que las unidades de inteligencia y las operativas de la Policía mantienen una dependencia económica informal con los Estados Unidos para el pago de informantes, capacitación, equipamiento y desplazamiento.
Este sometimiento reafirma la existencia de redes internas que responden a los intereses de Washington, enfatizó al admitir que militares vendieron información sobre actividades en la frontera norte a agentes norteamericanos.
Se trata de dinero de Estados Unidos "para la compra de información", que posiblemente era utilizada para la implementación del Plan Colombia, y por los servicios de inteligencia de Bogotá, concluyó.
acl/lgo
PL-255
http://www.prensa-latina.cu/article.asp?ID=%7BACD1E894-904F-4658-B877-9544F77ECAF4%7D)