COMUNICADO DE LA COMPA (CONVERGENCIA DE MOVIMIENTOS DE LOS PUEBLOS DE LAS AMERICAS)
25 de abril de 2008
Haití es el país más pobre de América Latina y El Caribe donde se entrecruzan con agudeza los siete ejes de crisis mundiales: crisis política ante la inestabilidad e ingobernabilidad; crisis alimentaria con una escalada en los precios de los alimentos y la importación del 80% del arroz que consume proveniente de los Estados Unidos cuando producía el 95%; crisis financiera con una deuda externa inmoral e injusta y el país saqueado por las dictaduras de la familia Duvalier; crisis energética de un país totalmente dependiente; crisis ambiental en medio de una severa deforestación e impacto ecológico irreversible en muchos aspectos; crisis social ante la desnutrición del 45 % de los niños menores de 5 años y la mayoría de la población en extrema pobreza; y crisis militar ante la represión de las Naciones Unidas contra la población haitiana mientras la MINUSTAH presupuesta su gasto anual en 535 millones de dólares.Ante la grave situación que vive el pueblo haitiano y sus legítimos derechos de movilización e inconformidad social, la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (MINUSTAH) que ha invadido su territorio desde el 2004 y conformada por más de siete mil cascos azules de muchos ejércitos de Europa y Asia, así como de América Latina (como Brasil, Uruguay, Chile, Guatemala, Argentina, etc.), ha respondido con represión, asesinatos y ha generado cientos de heridos desde su llegada. A ello se suman las violaciones a mujeres y niñas haitianas por parte de los cascos azules por lo que recientemente la MINUSTAH ha tenido que repatriar a 114 soldados de Sri Lanka.Ante esta situación, La COMPA se solidariza con las causas justas del pueblo haitiano y exige la salida de la MINUSTAH; la aplicación de la justicia ante los atropellos y violaciones a los derechos humanos que ha cometido; y fin a la deuda externa. La COMPA hace un llamado a la solidaridad de los pueblos de nuestro Continente con el pueblo de Haití, a romper el silencio y el cerco informativo que se ciñe sobre nuestras hermanas y hermanos haitianos.